Liturgia de las Horas
Himnos
¿A dónde va, cuando se va, la llama?
A la Gloria de Dios se alzan las torres
A la orilla del Jordán...
A nuestros corazones
A ti, Jesús, te alaban las naciones
A Ti, sumo y eterno Sacerdote
Acuérdate de Jesucristo
Ahora que la noche es tan pura
Al caer de la tarde
Al cielo vais, Señora
Al filo de los gallos...
Al fin será la paz y la corona
A la Asunción de Nuestra Señora
Al levantarse la aurora
Al retornar este día
¡Alegría!, ¡Alegría!, ¡Alegría!
Alegría de nieve
Alfarero del hombre, mano trabajadora
Alta ciudad de piedras vivas
Altar de Dios: el centro de la vida
Amo, Señor, tus sendas
Amor, si amor, amor es siempre poco
Ando por mi camino, pasajero
Ángel Santo de la Guarda
Antes de cerrar los ojos
Así: te necesito de carne y hueso
Atardece, anochece, el alma cesa
Autor del cielo y del suelo
¡Ay dolor, dolor, dolor!
Ayer, en leve centella
Bello es el rostro de la luz
Brille la cruz del Verbo, luminosa
Brazos rígidos y yertos
Buenos días, Señor, a ti el primero
Calor de Dios en sangre redentora
Cantad y alabad al Señor
Cantan tu Gloria, Cristo sacerdote
Cantarán, llorarán razas y hombres
Cante tu gloria célica armonía
Cantemos al Amor de los amores...
Cantemos al Señor con alegría
Cantemos al Señor con indecible gozo
Canten hoy, pues nacéis vos
Causa de nuestra alegría
¡Cielos, lloved vuestra justicia!
¡Columnas de la Iglesia, piedras vivas!
Comienzan los relojes
Como el niño que no sabe dormirse
Como florece el almendro
¿Cómo has logrado, Señor, este cambio nunca visto
Como una ofrenda de la tarde
Con presunción del bélico soldado
Confiada mira la luz dorada
Creador sempiterno de las cosas
Crece la luz bajo tu hermosa mano...
Cristo, alegría del mundo
Cristo, cabeza, Rey de los pastores
Cristo, el Señor
Cristo ha resucitado
Cristo te llama, Pedro
Cuando el gallo, tres veces negaste a tu Maestro
Cuando la luz del día está en su cumbre
Cuando la luz del sol es ya poniente
Cuando la muerte sea vencida
Cuando llegó el instante de tu muerte
Cuando se fue Jesús
Cuando vuelto hacia ti de mi pecado
Cuantas veces Señor, me habéis llamado
Dador de luz espléndido
Dame Señor la firme voluntad
Dame tu mano, María
De luz nueva se viste la tierra
De la vida en la arena
De rodillas, Señor ante el calvario
De un Dios que se encarno
De una Virgen hermosa
Decidid a la noche clara
Dejado ya el descanso de la noche...
Delante de la cruz los ojos míos
Desde la cruz redentora...
¡Detente, aurora de este nuevo día!
Dichosa tu
Dieron muerte al heredero
Dios de la luz, presencia ardiente
¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!
Dios te salve, Anunciación
¿Dónde está muerte, tu victoria?
Edificaste una torre
El agua pura, don de la mañana
El alba mensajera
El cielo y la tierra
El Dios Uno y Trino
El dolor extendido por tu cuerpo
El mal se destierra
El mundo brilla de alegría
El pueblo que fue cautivo
El sueño, hermano de la muerte
El trabajo nos urge
El trabajo, Señor, de cada día
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu
En el templo entra María
En esta luz del nuevo día
En esta tarde, Cristo del Calvario
En la cena del cordero
En la cruz esta la vida y el consuelo
En tierra extraña de peregrinos
En tus manos, Señor, pongo mi vida
Enfría, Señor, mi boca
Entonad los aires con voz celestial
Entonad un canto
Era pobre y silenciosa
Eres la luz y siembras claridades
Eres niño y has amor
Eres Tú la Mujer llena de Gloria
Es Domingo, una luz nueva
Es la Pascua real, no ya la sombra
Es verdad que las luces del alba...
Escuchen qué cosa y cosa
Espíritus sublimes, ¡oh mártires gloriosos!
Ésta es la hora para el buen amigo
Estaba al alba Maria
Estate, Señor, conmigo siempre
Este es el día del Señor
Este es el tiempo en que llegas
Este mundo del hombre, en que el se afana
Estrella nunca vista se aparece...
Estoy, Señor, en la ribera
Feliz quién ha escuchado la llamada
Fuerza tenaz, firmeza de las cosas
Fundamento de todo lo que existe
Gloriosa aurora de este nuevo día
Gracias, porque al fin del día
Gracias Señor, por el día
Gracias, Señor, por la aurora
¿Habra dolor mas intenso...
Hacedor de la luz: tú que creaste
Heme, Señor, a tus divinas plantas
Hermanos, Dios ha nacido
Hora de la tarde, fin de las labores
Hoy es del divino amor
Hoy grande gozo en el cielo
Hoy que sé que mi vida es un desierto
Hoy rompe la clausura
Hoy nace una clara estrella
Hoy, para rondar la puerta
Iglesia Santa, Esposa bella
Insigne defensor de nuestra causa
Gracias
Gracias, Señor, por la aurora
Ignorando mi vida
Jesucristo, palabra del Padre
Jesús de María, Cordero Santo
La bella flor
La eterna luz que alumbra el santo triunfo
La Madre piadosa
La noche, el caos, el terror
La noche y el alba, con su estrella fiel
La noche no interrumpe tu historia con el hombre
La pena que la tierra soporta
La pureza es en ti, Virgen del Gave
La Virgen santa, grávida del Verbo
Languidece, Señor, la luz del día
Las banderas reales se adelantan
Libra mis ojos de la muerte
Llenando el mundo, el sol abre
Llorando los pecados
Lo ha tocado el Señor...
Los hombros traigo cargados
Los pueblos que marchan y luchan
Lucero del alba
¡Luz que te entregas!
Madre del Redentor
Mas ¿por qué se ha de lavar?
Memorial de la muerte del Señor
Mentes cansadas
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