Himno

En el templo entra María

Fuente: Liturgia de las horas

 

En el templo entra María,

más que nunca pura y blanca,

luces del mármol arranca,

reflejos al oro envía.

Va el Cordero entre la nieve,

la Virgen nevando al Niño,

nevando a puro cariño

este blanco vellón leve.

 

Las dos tórtolas que ofrece

ya vuelan y ya se posan.

Ana y Simeón rebosan

gozo del tiempo que crece,

que estalla, que está; no hubo

quien, viendo al blanco alhelí,

dijera, -por ti, por mí-

que al hielo esta noche estuvo.

 

Ya ha cesado la nevada;

y el Niño, tan blanco, blanco,

oye que va a ser el blanco

de contradicción, la espada,

ay, para su Madre, y mueve

hacia ella sus ojuelos,

regalando desconsuelos,

como si él no fuera nieve.

 

Gloria al Padre, gloria al Hijo,

gloria al Espíritu Santo,

por los siglos de los siglos.

 

Amén.