Himno

En tus manos, Señor, pongo mi vida 

Fuente: Liturgia de las horas

   

En tus manos, Señor, pongo mi vida

con todas sus angustias y dolores;

que en ti florezcan frescos mis amores

y que halle, apoyo en ti mi fe caída.

 

Quiero ser como cera derretida

que modelen tus dedos creadores;

y morar para siempre sin temores

de tu costado en la sangrienta herida.

 

Vivir tu muerte y tus dolores grandes,

disfrutar tus delicias verdaderas

y seguir el camino por donde andes.

 

Dame, Señor, huir de mis quimeras

dame, Señor, que quiera lo, que mandes

para poder querer lo que tú quieras. 

 

Amén