Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 132. El Padre prometió a David

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Antífona. Pondré en el trono de David
El fruto salido de tus entrañas.


Padre, acuérdate de David, tu elegido,
Acuérdate de toda su pena;

Hizo una promesa a su Señor
Y se comprometió con el todopoderoso:

Jamás entraré bajo mi tienda,
Jamás iré a tenderme en mi lecho,

Jamás dejaré mis ojos que se cierren
Ni párpados ceder al sueño,

Ante de haber encontrado un lugar para el Señor,
Una morada para el todopoderoso.

Sabemos ahora que tu Casa está aquí,
La hemos encontrado en nuestra tierra:

Vamos a morar en ella.
Reconozcamos su presencia.

Padre, ven a vivir en ella permanentemente,
Tú y el Salvador que nos envías.

Que tus hijos estén vestidos de tu amor,
Que la gente que te busca salte de gozo.

A causa de David, tu servidor,
No nos aparte jamás de nuestro Salvador.


Antífona. Dios le dará el trono de David
Y su reino no tendrá fin.


El Señor lo prometió a David;
Es seguro que no se desdecirá:

Es alguien salido de ti
Que pondré en tu trono.

Si tus descendientes guardan mi alianza
Y respeten los proyectos que les propondré,
Habitarán mi Casa por siempre.

Pues el Padre ha elegido la humanidad en familia,
Le ha dado por residencia al Salvador:

Será siempre mi lugar de descanso,
Allí residiré: es ella la que he querido.

La colmaré de frutos de mi amor;
Daré la felicidad a todos los corazones pobres,

El Salvador estará presente a la gente que le sirve
Y todo el mundo saltaré de alegría.

Allí se manifestaré mi promesa a David;
Aseguraré la victoria al Salvador:

Destruirá todas las formas de mal
Y de su corazón, el amor cubrirá el universo.