Salmos y experiencia personal de Dios
Salmo 108. Victoria sobre el mal
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Antífona: Dios, elévate sobre los cielos:
Que tu gloria domine la tierra.
¡Oh! Padre, me siento sin seguridad
Y quiero cantar un himno en tu presencia.
Que la música alumbre la aurora.
Quiero dar gracias entre los pueblos,
Padre, voy a cantarte ante todo el mundo,
Pues tu amor es más grande que el universo
Y tu presencia se extiende hasta las nubes.
Padre, muéstrate en los cielos,
Y que tu presencia domine toda la tierra.
Libra a tus hijos amados de sus esclavitudes,
Concédeles un Salvador, te lo suplico.
El Padre respondió por su plan de salvación:
Exulto. Me ha unido al Salvador,
He llegado a ser miembro de su Cuerpo,
Me aprovecho de su muerte y de su resurrección,
Mi fe en él ocupa todos mis pensamientos,
Mi esperanza me da acceso a su Reino.
Las pruebas del Maligno me aprovechan,
Lo domino con la fuerza del Salvador,
Rechazo todos sus ataques.
¿Quién puede llevarme a esta fortaleza
y me conceda vencer el imperio del mal?
Sólo tú, Padre, que pareces ausente
De nuestras luchas diarias.
Ven a batirte con nosotros contra el Adversario,
Pues con nuestras solas fuerzas no podemos nada.
Con nuestro Padre, haremos hazañas:
Él solo nos concederá aniquilar a este enemigo.