Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 81. Si mi familia me escuchara

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 


Antífona. Dios alimenta a su pueblo con flor de harina


Gritad de alegría delante del Señor que nos ha salvado,
Aclamad al Padre que nos reúne;

Multiplicad las melodías con acción de gracias,
Que estallen en sinfonías todos los instrumentos:

Es la fiesta del recuerdo que comienza,
La fiesta de nuestra liberación.

Para nosotros, esta celebración es necesaria
Como lo ha decretado Yahvé a su pueblo
Cuando lo sacó de Egipto.

No he podido tolerar tus lamentaciones de esclavos,
Dejar fardos que aplasten los hombros;

He escuchado tus gritos a causa de la opresión,
He descargado tus manos de fardos demasiado pesados.

Te he hablado en la tormenta sobre la montaña,
He dado prueba de tu fe en las aguas de Meribá.

Escúchame bien, pueblo mío, te lo suplico:
No toleres a otro dios que yo en la vida;

No des culto a divinidades extranjeras.
Soy el único Dios, tu Señor.

Soy yo quien te sacó de la esclavitud.
Dime tus necesidades y las atenderé.

Por desgracia, mi pueblo no ha escuchado mi voz,
No ha querido poner confianza en mí.

He debido abandonarlo a la ceguera de su corazón;
Dejarlo agotarse en sus proyectos concebidos por él.

¡Ah!, si mi pueblo me escuchara,
Si decidiera seguir mis caminos,

Habría hecho en seguida que dominara todo obstáculo,
Mostraría mi amor a quien quiere destruirlo.


Los que hacen eso, se avergonzarían de mí
Por el resto de su vida;

Querrían alimentar a mi pueblo con buen pan,
Pero lo estropean con su miel.