Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 60. Después de un fracaso

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Antífona. Feliz el hombre al que Dios prueba.
Lo ha golpeado, pero su mano lo ha curado.


Padre, he creído que nos habías abandonado,
Que nuestros fracasos se debían a una cólera tuya;
Por eso te he suplicado que volvamos.

Nuestra vida se quebrantó,
Como si tú nos hubieras dejado caer.
Intervén antes que sea aniquilada.

Hemos pasado por pruebas terrible
Que nos han dado vértigo.

Hemos caminado con gente que te sirve;
Pero un día nos hemos alejado:
Hemos huido de luchas que había que sostener.

Ahora, Padre, contamos con tu amor
Para salir de los pasos falsos:
Por piedad, que el Salvador actúe en nuestro corazón.

Antiguamente, has asegurado a tu pueblo desanimado.
Después de un victoria, ha podido cantar:

Exulto: voy a compartir Siquén
Y voy a atribuirme el valle de Sukot;

Galaad y Manases son míos;
Efraín y Judá están ahí para defenderme.

Pero Moab es como un cubo para lavarme,
Edón, un país que domino
Y Filistea me suplica que la ayude.

Ahora, nos preguntamos sobre quién contar
Para dominar las potencias del mal

Si tú nos dejas caer,
Si tú no nos acompañas en nuestras luchas.

Te suplicamos, ven en nuestra ayuda:
Pues los auxilios humanos nos son inútiles.

Contigo, haremos maravillas,
Aplastaremos el mal que nos acecha.