Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 48. La familia de Cristo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Antífona. ¡Oh! ciudad del Altísimo,
Alegría de toda la tierra.


El Espíritu del Salvador cubre todo el universo;
Anima lo que vive en la tierra

Con vistas a construir la Familia de Cristo
Como una ciudad de salvación
Abierta a todo el mundo.

Gran alabanza a nuestro Padre para esta ciudad,
Tan orgullosa, tan bella y llena de paz.

Familia de Cristo, comunidad santa,
Ciudad-luz donde vive el Salvador,
Plaza sagrada protegida por la fuerza del Amor.

De un poco desde todas partes, la gente se une
Para destruir esta construcción del Espíritu.

Pero terminan por capitular
Ante una obra que la supera:

Unos han tomado miedo y temblor,
Otros se ponen rígidos como para parir,
Otros son llevados por el vacío de sus planes.

El Salvador nos lo había dicho y ha pasado:
Su Familia crece sin cesar
Por la fuerza del mismo Amor:

Ocupa su lugar poco a poco,
Y está para siempre.

Queremos evocar tus presencias, Padre,
Cuando formamos cuerpo con el Salvador.

Que nuestra alabanza se una a tu Corazón
Y tenga repercusión en el mundo entero:
No cesas de ofrecernos tu Amor.

La alegría explota en la comunidad reunida:
Finalmente está ahí: es la fiesta para todos.

Contemplad la gente reunida por el Espíritu;
Intentad captar lo que viven,

Sobre todo su seguridad y su paz,
Con el fin de dar el gusto a vuestros hijos.

Sí, es nuestro Salvador quien es Dios,
Nos salva a todos y para siempre.