Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 8. El hombre en el corazón de la creación

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Antífona. ¡Oh!, Señor, nuestro Padre, eres maravilloso;
Esta tierra que creaste hace que resplandezca tu gloria.



¡Oh! Señor, nuestro Padre, eres maravilloso;
Esta tierra que creaste hace resplandecer tu gloria.

Incluso aunque seas más majestuoso que tu creación,
Cuentas con la voz de tus hijos pequeños
Para confundir a la gente que rehúsa amarte;

Te apoyas en ellos para reducir al silencio
A la gente que se ufana en negar que existes.

Cuando miro tu cielo
Con el sol, la luna y las estrellas con que lo has decorado,
Me pregunto cómo puedes interesarte todavía
Por el hombre:

¿qué hay en él que te pueda interesar?

Y sin embargo, cuidas de él como de tus ángeles,
Lo envuelves con tu gloria y con tu honor,

Lo haces a tu imagen,
Le confías el cuidado de la creación,
Le das poder sobre todos los animales
Domésticos o salvajes,
Los del cielo y los de los mares.

Lo pones todo a sus pies.

¡Oh! Señor, nuestro Padre, eres maravilloso;
Todo lo que has hecho resplandece con tu poder y tu amor.