Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 6. Padre, no me condenes

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Antífona. Sálvame, Señor, en el nombre de tu amor


Padre, si te llamo Señor, te veo a menudo
Como un superhombre todopoderoso.

Entonces me siento trastornado hasta el fondo de mí.
Temo que mis pecados no provoquen tu cólera,

Que no me encuentres indigno de tu piedad,
Que no me condenes con severidad
Como a alguien que lo desearía de mí.

En esos momentos, estoy en plena desolación,
No tengo ya fuerza para resistir a mi mal,
Siento que la vida se aparta de mi corazón;

Tengo la impresión de caminar hacia la nada.
Sin embargo no es mi muerte pues te glorifico.

Padre, ahí mismo vienesa buscarme.
Me revelas toda la realidad de mi mal

Que llora con muchas lágrimas,
Hasta el punto de que mis ojos lo ven todo nebuloso;
Duermo mal por suspiros que me abruman.

Me creo solo y habitado por un mal parecido
Y te grito mi desesperanza.

De pronto escucho tu respuesta;
No me has rechazado; mis lágrimas han llegado hasta ti.

Estoy seguro que lo cambias en gracia
Al venir a cambiar mis lágrimas en gritos de gozo.