Con el corazón ante los salmos
Salmo 142. “ En la mañana hazme escuchar tu gracia. Enséñame a cumplir tu voluntad, ya que tú eres mi Dios

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Ya sabes lo que me aguarda
- Temprano
- Hago mi oración
- No quiero robots

Reflexión:

• Comienzo una nueva jornada, Señor. Y ya desde la mañana mis oídos están prestos para escucharte, y mi corazón está ya en tu onda. Apenas he abierto los ojos, te han mirado en tu espléndida naturaleza.
• Tú sabes ya lo que me aguarda. Yo no sé lo que me espera. Ahora estoy tranquilo contigo. Lo demás vendrá después. Lo primero que hago- ya ves- es conectar contigo, sentirme amado por tu Palabra que refleja tu amor. Sólo así tendrá sentido todo cuanto haga en unión contigo y con los hermanos que se crucen hoy por mi senda.
• La mañana es el tiempo más apropiado para recibir tu bendición, para saborear la luz mañanera, más limpia que en ningún otro instante del día.
• Sé que puedo despistarme en cuanto debo hacer hoy por el bien de tu Reino. Por eso, a esta ora, me dirijo a ti para que me enseñes a cumplir tu voluntad por encima de todo y que mis caprichos queden aparte.
• Me aguardan horas en las que no sé lo que se va a presentar: trabajo, tentaciones, alegrías, dudas, pruebas...pero en todo quiero que tú estés presente como mi luz y aurora salvadoras.
• Cuando veo ahora que los coches van corriendo por las calles a toda velocidad para llegar a tiempo al trabajo, me pregunto si habrán orado sus conductores al Autor de todo lo que sucede de bien en la humanidad. Los relojes en las manos se prestan a la prisa y a no tenerte presente a ti.
• Mientras hago mi plegaria, observo las flores, los árboles que me saludan con su alegría de haber amanecido frescos por el rocío de la mañana. Toda una invitación a que te dé gracias y a que me deje acariciar- como ellos- por la brisa de tu gracia y de tus dones, depositados en mí como una riqueza que hoy- una vez más- he de poner en la manos y en el corazón de tu santa voluntad.

Buenos días, Señor, y gracias.