Con el corazón ante los salmos
Salmo 133.”Bendice mis noches, Señor, como bendices mis días”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Los místicos y místicas
- Noches oscuras del alma
- Nos diste ejemplo
- No dejarte

Reflexión:

• Señor, la noche y el día tiene para tus místicos- los seres más cercanos a ti- un significado especial. Me acuerdo de una mística Angela de Foligno cuando escribía:” Es bueno y muy agradable a Dios que ores con el fervor de la gracia divina, que veles y te fatigues al realizar toda acción buena; pero es más agradable y aceptable al Señor si, faltándote la gracia, no disminuyes tus oraciones, tus vigilias, tus buenas obras. Actúa sin la gracia como lo hacías cuando la poseías...Tú haz tu parte, hijo mío, y Dios hará la suya. La oración forzada, violenta, es muy agradable a Dios”
• Con relativa frecuencia sentimos la aridez del espíritu de noche y de día. Es entonces cuando uno se acuerda de lo que decía san Pablo:”El Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza”. El, sin que lo notemos, llena nuestras palabras y nuestros gemidos de deseo de Dios, de humildad y de amor.
• El Espíritu se convierte en la fuerza de nuestra oración débil... porque él riega lo que es árido.
• En estos días y noches- aunque no sienta nada- me quedo contigo porque sé, Señor, que no eres una amenaza para nadie, sino un hermano para todos.
• Por eso acudo en tu ayuda y te pido la bendición en estos momentos especialmente duros por los que atravieso alguna que otra vez. Sin embargo, no ceso por ello de meditar tu Palabra para que ilumine mi corazón resecado y con tus atenciones le devuelvas- cuando te plazca- la frescura a mi vida.
• Acepto estos días y noches como una forma linda de unirme a ti y a todos los que sufren como sufro cuando la sequedad se apodera de mi.
• Ni siquiera tu Hijo se vio privado de estos instantes en el Huerto de los Olivos y en todo el proceso que le siguió. No obstante, en medio de tanta aflicción, no recurrió a un ejército celestial, ni le pidió a su Padre que le apartara de aquellas noches y días, sino que hizo siempre su voluntad.

Buenos días, Señor, y gracias.