Con el corazón ante los salmos
Salmo 132.”Ved: qué dulzura, qué delicia, convivir los hermanos unidos”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- La familia
- Crisis familiar
- Familias religiosas
- Sufrimiento de los niños

Reflexión:

• Señor, este Salmo me trae en seguida a la memoria el tema de la familia. Tu familia trinitaria es un modelo en todo tipo de relaciones. En ella me siento querido por ti, Padre, por ti, Jesús, y por ti, Espíritu Santo. Sois los animadores natos de mi familia divina.
• Tan fuertes deberían ser los lazos de los primeros seguidores de Cristo, que incluso los paganos se quedaban alucinados de la manera en qué vivían la fraternidad y la unidad entre ellos y ellas.
• Señor, echando una mirada a la familia actual, me doy cuenta de que continúa siendo un refugio tranquilo para los niños y los jóvenes por su ambiente afectivo, aunque el índice religioso sea bajo en muchas de ellas.
• No pocas familias se sienten afectadas hoy por una crisis grave, que se caracteriza por la debilitación de los lazos internos y por una exagerada búsqueda de autonomía. Los niños y los jóvenes sufren las consecuencias de la infidelidad, superficialidad de las relaciones, el divorcio, la miseria, el alcoholismo y la droga.
• Con tanto permisivismo se está perdiendo el verdadero sentido de los cimientos de una familia, célula clave para sentirse amado, acogido y protegido.
• Hay carencias afectivas, inseguridades, inadaptaciones y peligros de desvío en quienes han nacido en familias- por llamarlas de alguna manera- desestructuradas en el amor, eje de seguridad para siempre.
• Cuando falta esta admiración por lo que debe ser una familia, todo se viene abajo: las mismas instituciones sociales, políticas e incluso religiosas se encuentran con un terreno pedregoso en el que no es nada fácil cultivar el amor familiar, la atención, el crecimiento y el desarrollo completo de los hijos.
• En tus comunidades o familias, Señor, creadas no por la sangre ni por la carne, se nota mucho menos esta crisis, aunque haya menos aspirantes a seguirte de forma radical. De esos ambientes, por otra parte, ¿puede salir una vocación para la vida religiosa?

Buenos días, Señor, y gracias.