Con el corazón ante los salmos
Salmo 113.” Quien fabrica un ídolo, será como él”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Vanagloria
- Idolos fabricados
- Buenas relaciones
- Autoevaluación

Reflexión:

• Señor, al meditar este Salmo, me he parado en este versículo. Me basta y sobra para deleitarme en su contenido. Acaba de ver hace unas horas en TV a una personaje muy importante de nuestra historia del siglo XXI. Mandó, en un acto de perpetuar su memoria, levantar por la nación en la que gobernaba, muchas y variadas estatuas de su persona. Cualquiera que las viera, 
sentiría por él recuerdo, odio o admiración.
• Llegó una potencia extranjera y lo primero que hizo fue derribar todo recuerdo suyo. Hoy es ya un hombre, un ídolo caído que duerme en los anaqueles de las bibliotecas.
• Todos tenemos ídolos fabricados a nuestra propia medida. Siento que mis ídolos- a veces- son la intolerancia contra gente que se cree poseedora de la verdad. No se puede hablar con ellas de nada, pues la última palabra es la que ellas digan.
• Otro de mis ídolos va muy adentro de mí: siento prejuicios contra algunas o culturas que denigran el papel de la mujer en la vida. Son las manifestaciones dolorosas de la parte no buena que hay en mí.
• Por eso, al meditar tu Salmo, experimento una sacudida tan fuerte que debo reaccionar viviendo una vida abierta a todos por igual.
• Quiero buscar en mi interior una nueva calidad de vida personal y que redunda en bien de los otros.
• De esta forma, haré que desaparezcan de mí los resentimientos escondidos en el rescoldo de recuerdos pasados. Tengo que dar de mí lo mejor que exista: el ofrecimiento de buenas relaciones personales y religiosas, culturales y étnicas; sensibilidad hacia la dignidad de la persona humana y sus derechos; búsqueda de nuevas motivaciones para vivir como verdadero hombre creyente en el mundo de hoy.
• Quiero evaluar mi hacer y mi ser para que no haya dicotomía ni desequilibrio en mi realidad de persona.
• Señor, deseo evangelizar mi vida siguiendo un proyecto de promoción integral del hombre, orientado a Cristo, el hombre perfecto. Y así, siendo él mi ídolo, me sentiré vivo y no caeré en la estupidez de fabricarme otros falsos.

Buenos días, Señor y gracias.