Con el corazón ante los salmos
Salmo 48.” Mi boca hablará sabiamente y serán sensatas mis reflexiones; prestaré oído al proverbio y propondré mi problema al son de la cítara”.Padre Felipe Santos Campaña SDB
Sentimientos:
- ¿Dónde habitas?
- No te entiendo
- Tu respuesta: la cítara y el silencio
- Cantor de la vida
Reflexión:
• Señor, esta mañana- al meditar tu Salmo- me siento apenado por el eterno interrogante que sacude mi vida y la de los demás seres humanos: ¿Dónde habitas,?, ¿dónde te encuentras? Preguntas que vienen unidas al misterio propio de mi vida. No la comprendo en muchas ocasiones profundas cuando me interrogo sobre el problema de ver a los malvados que triunfan en la tierra y los buenos aparecen como perseguidos y pasándolo peor. ¿Por qué, Señor amigo?
• Sé cuál es tu respuesta: el silencio. Pero esta mañana, cuando ya estoy despierto, entiendo que mi mente no alcanza tus designios. No me pides que te comprenda sino que te ame y viva esta realidad.
• He dedicado y dedico largas horas a estudiar libros y más libros sobre este tema eterno para el hombre. Y no he encontrado ninguna respuesta.
• Sin embargo, la luz se me ha abrillantado hoy en mi inteligencia con un matiz que nunca había pensado.¡Nunca! y el Salmo lo resuelve muy bien: la cítara.
• La vida es como un instrumento musical que nos acompaña en todo instante. Miro la profundidad de mi misterio como persona que vive aquí en un sitio concreto. Y la existencia- como tú dices- es una canción eterna acompañada al son de la cítara.
• En el fondo, Señor, me pides que sea más místico, es decir, que me adentre más en tu realidad divina que en mis fríos razonamientos. Lo que exiges de mí es que sea cada día un cantor de esta maravilla que me has concedido para vivirla, amarla y entregarla como semilla que florecerá algún día en el corazón de otros, a quienes ni siquiera conozco, ni conoceré..
• Esto me lleva a superar todo sentimiento negativo y a ver lo que ocurre con ojos nuevos, con la perspectiva de los tuyos.
Buenos días, Señor y gracias.