Con el corazón ante los salmos
Salmo 38.”Señor, dame a conocer mi fin”.

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Visión de niños y niñas
- Placer por la vida
- Quemarse antes de tiempo
- El SIDA

Reflexión:

• Señor, acabo de ver a muchos niños y niñas entrando en el colegio en el primer día de curso. Ninguno de ellos te haría la petición que te hago yo.
• No saben todavía nada de lo que es el dolor, el sufrimiento, la depresión, el trabajo duro para mantenerse y ayudar a los necesitados. Viven en la inocencia feliz.
• En cambio yo, que ya peino canas, veo mi vida como un regalo que me has hecho, aunque a veces piense- tan sólo por instante- que ¡vaya regalo!
• Y no solamente yo me canso de vivir en los días aciagos por lo que pasa mi existencia. Es que, al hablar con gente joven, se nota que algunos ya no sienten placer por la vida. La han quemado muy pronto con drogas, sexo y velocidad.
• No han gustado nada más que la parte placentera de la vida. Sin que les haya venido el momento crucial de las 
pruebas, ya están cansados de vivir.
• Y no pocos acaban en las carreteras, ansiosos de prisas, o en los hospitales por haber contraído la enfermedad del SIDA, anexo al desorden sexual.
• Perdona que me desahogue contigo, Señor, pero a veces en mi mismo trabajo no encuentro salida, ni veo que los inmigrantes lo encuentren de una forma digna.
• Pero ante nubarrón negro, se alza la antorcha de mi fe en ti. Y te pido que me des a conocer mi fin.
• Tu respuesta es el silencio elocuente. Sí, elocuente porque sabes- como le ocurrió a Job- que por más que intente indagar en el día final de mi vida, no lo sabré nunca. Está en tus manos el día y la hora.
• Mas el hecho de acudir a ti me da fuerzas para superar esta crisis que, como bien sé, significa que he de volver a tomar la rienda de mis valores y explotarlos al máximo para mi satisfacción personal, la tuya y la de los otros.

Buenos días, Señor, y gracias.