Con el corazón ante los salmos
Salmo 24.”En ti confío, no quede defraudado”.

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Nunca me defraudas
- Horario de trabajo
- Te defraudo a veces
- Mi desgracia

Reflexión:

• Comento a mis amigos cristianos y no cristianos que me siento una persona feliz. ¿Por qué?- me suelen decir. Y mi respuesta es siempre la misma: Porque el Señor nunca me defrauda ni me falla aunque me porte, a veces y sin quererlo, mal con él.
• ¡Qué suerte tienes!- dicen con admiración. Y este asombro crece en mí hasta límites increíbles. Es verdad. Hoy, Señor, tener a alguien con el que puedas confiarte plenamente, es difícil. Quien más quien menos- cuando menos lo esperas- te da la patadita y te pone “verde” ante otros.
• Y la consecuencia es evidente: Te sientes defraudado porque te han traicionado cuando menos lo esperabas y en quien habías puesto tu fe.
• Cuando me encuentro así, la única salida que encuentro es, una vez más, es acudir a ti, fuente de verdad y seguridad.
• Intento cada día ver mi horario de trabajo. Cuando tomo conciencia de lo que debo hacer como profesional o 
vocacional, entonces busco un rato para pasarlo contigo.
• Es tu compañía la única que me fortalece para darle consistencia a todo lo que viene después.
• ¿Qué sería de mi vida si no la pusiera en cada instante en tus manos? Nada. Paja que arrebata el viento.
• Cuando uno desarrolla su actividad bajo tu presencia, está continuamente en contacto contigo. Y si pierde uno la senda verdadera, se dirige a ti con las palabras del salmo:” Indícame, Señor, tus caminos, enséñame tus sendas; encamíname con tu fidelidad...en ti espero todo el día...Las sendas del Señor son lealtad y fidelidad”...
• Por eso, cuando tengo la desgracia de separarme de ti, sé que tú me pones en seguida por el camino recto de serte fiel y leal. Dos actitudes fundamentales para una persona consagrada y entregada a tu servicio.

Buenos días, Señor, y gracias.