Con el corazón ante los salmos
Salmo 12. ¿Hasta cuándo, Señor?

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- No vivir el hoy
- El momento presente
- Vivir a tope cada instante
- El ser que me rodea

Reflexión:

• ¿Por qué será que hay gente que se queja de su porvenir? Es un absurdo. No ha llegado todavía y ya andan con lamentos. Mientras tanto, la alegría del hoy que se le presenta sonriente, la desaprovechan. La libertad que poseen, ¿para qué la emplean? No tienen idea de cómo vivir el instante actual con intensidad para ayudar a quienes necesitan de su sonrisa, de sus palabras de aliento y del testimonio de Jesús que vino a sembrar en todos vida abundante.
• Un creyente de hace muchos siglos repetía a menudo: Haz, Señor, que sepa darte gracias por cada minuto que pasa ante mí; haz que lo sepa aprovechar tan bien que todo sea para tu gloria.
• Haz que cada día sea para mí una jornada en la que te sienta en mis alegrías y en mis pequeñas o grandes 
insatisfacciones. Hay instantes en los que me siento francamente mal, y tú lo sabes todo de mí.
• Sé que, a pesar de todo, tu presencia me envuelve en la red de tu cariño, de tu amor gratuito. Es lo que más me alienta en mis horas bajas de ánimo.
• Perdona mis lamentos si alguna vez los cometo. Tendré siempre en mi alma presente lo que me dices a continuación en tu bello salmo: “Yo confío en tu misericordia; alegra mi corazón con tu auxilio, y cantaré al Señor por todo el bien que me ha hecho”.
• Con este pensamiento vivido en mi interior no hago de mi vida un “futuro”, que está en tus manos, sino una ofrenda de cuanto soy y hago hoy por ti, por mí y por todos los que necesiten de mi ayuda material- poca-, espiritual, psicológica y humana. Todo ser que me rodea es, Señor, la imagen viva de tu presencia en mí.

Gracias y buenos días.