Salmo 18

El cielo proclama la gloria de Dios



El cielo proclama la gloria de Dios, 
el firmamento pregona 
la obra de sus manos: 
el día al día le pasa el mensaje, 
la noche a la noche se lo susurra. 

Sin que hablen, sin que pronuncien, 
sin que resuene su voz, 
a toda la tierra alcanza su pregón 
y hasta los límites del orbe su lenguaje. 

Allí le ha puesto su tienda al sol: 
él sale como el esposo de su alcoba, 
contento como un héroe, 
a recorrer su camino. 

Asoma por un extremo del cielo, 
y su órbita llega al otro extremo: 
nada se libra de su calor.