Himno

Te aclamamos por Madre y Señora

Fuente: Liturgia de las horas

   

Te aclamamos por Madre y Señora

-eres causa de nuestra alegría-;

nuestra Reina, la corredentora

que ha querido mostrarse pastora.

¡Oh humildísima Virgen María!

 

Has trocado la augusta diadema

por sencillo sombrero con flores,

amapolas y espigas tu gema,

y es un báculo humilde tu emblema

de Pastora entre tantos pastores.

 

Cual ninguno conoces la fuente,

manantial de las aguas tranquilas.

A la sombra del Omnipotente

no hay oveja que no se apaciente

cuando tú, cual Pastora, vigilas.

 

¡Qué feliz es contigo el rebaño!,

lo recuestas en verdes praderas

lo conduces con gozo y sin daño,

lo defiendes del mal, del engaño,

en guardarle del lobo te esmeras.

 

Quien de ti se ha fiado no falla

al cruzar las cañadas oscuras,

lo proteges en toda batalla,

eres lumbre y escudo y muralla,

le hallas pasto en las peñas más duras.

 

¡Gloria a aquel que la quiso tan bella! 

Gloria al Hijo, su dicha y su encanto

-Astro Rey que nació de una estrella-.

Por la obra que él hizo con ella,

gloria sea al Espíritu Santo.  

 

Amén