Himno

Véante mis ojos

Fuente: Liturgia de las horas

   

Véante mis ojos,

dulce Jesús bueno;

véante mis ojos,

muérame yo luego.

 

Vea quien quisiere

rosas y jazmines,

que, si yo te viere,

veré mil jardines;

flor de serafines,

Jesús Nazareno,

véante mis ojos,

muérame yo luego.

 

No quiero contento,

mi Jesús ausente,

pues todo es tormento

a quien esto siente;

sólo me sustente

tu amor y deseo,

véante mis ojos,

muérame yo luego.

 

Gloria, gloria al Padre,

gloria, gloria al Hijo,

gloria para siempre

igual al Espíritu.

Gloria de la tierra

suba hasta los cielos.

Véante mis ojos,

muérame yo luego.

 

Amén.