Himno meditado
Desde la cruz redentora

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Desde la cruz redentora, 
el Señor nos dio el perdón, 
y, para darnos su amor, 
todo a la vez, sin medida, 
abrió en su pecho una herida 
y nos dio su corazón. 
Santa cruz de Jesucristo, 
abierta como dos brazos: 
rumbo de Dios y regazo 
en la senda del dolor, 
brazos tendidos de amor 
sosteniendo nuestros pasos. 
Sólo al chocar en las piedras 
el río canta al Creador; 
del mismo modo el dolor, 
como piedra de mi río, 
saca del corazón mío 
el mejor canto de amor. 
Amén 


Reflexión:

.Mi corazón se mustia en silencio, y no sé decir por qué. Son cosas pequeñitas que nunca pide, ni entiende, ni recuerda.

. Mas, postrado ante tus cruz, mis ojos lloran lágrimas de arrepentimiento. Mi corazón se ha puesto mustio porque no ha seguido tus mandamientos.

. Mandamiento significa amor a ti y, sin embargo, he seguido los míos. Y al perder la conexión con tu ideal sobre mí, tan sólo me queda acudir a tu cruz en la que te veo con los brazos abiertos y ofreciéndome el perdón.

.Ahí clavado, Señor, eres la mejor sinfonía que bellamente canta tu amor para con nosotros, sobre todo cuando nos hemos alejado de ti. Toda tu cruz es un lindo canto de amor. La brazo, la beso y ante ella te doy gracias con mi corazón arrepentido.
Y ante ella reconozco mi fallo y, en lugar de caer en depresión, me levanto porque sé que me amas. ¿Qué más puedo pedir?