Himno meditado
De un Dios que se encarno

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

De un Dios que se encarnó muestra el misterio
la luz de Navidad.
Comienza hoy Jesús, tu nuevo imperio
de amor y de verdad.

El Padre eterno te engendró en su mente
desde la eternidad,
y antes que el mundo, ya eternamente,
fue tu natividad.

La plenitud del tiempo está cumplida;
rocío bienhechor
baja del cielo, trae nueva vida
al mundo pecador.

¡Oh santa noche! Hoy Cristo nacía
en mísero portal;
Hijo de Dios, recibe de María
la carne del mortal.

Señor Jesús, el hombre en este suelo
cantar quiere tu amor,
y, junto con los ángeles del cielo,
te ofrece su loor.

Este Jesús en brazos de María
es nuestra redención;
cielos y tierra con su abrazo unía
de paz y de perdón.

Tú eres el Rey de Paz, de ti recibe
su luz el porvenir;
Angel del gran Consejo, por ti vive
cuando llega a existir.

A ti, Señor, y al Padre la alabanza,
y de ambos al Amor.
Contigo al mundo llega la esperanza;
a ti gloria y honor. 

Amén.

Reflexión:

.Cada mañana de Dios es una sorpresa para él mismo.

.La gran sorpresa para el universo fue la noche de Navidad: Dios mismo nacía para franquearnos la entrada y restablecer las relaciones con el Padre de una forma nueva.

.Señor, como creyente agradecido, hay dos noches que me llenan plenamente: la noche de tu nacimiento y la de tu resurrección.

. ¡Qué noches más lindas! La tierra jamás había conocido que en plena noche el Sol brillara más que nunca hasta en las entrañas de la tierra!

.¡Benditas noches de vida nueva y de resurrección! Sois el estandarte más grande en el que brilla la divinidad. Me quedo anonadado cuando participo humildemente en su celebración. Nada hay más bello en mi vida. Y estas dos noches, convertidas en día, las vivo cada día siguiendo al Señor: naciendo a nueva vida y dejando tras de mí lo que sepa a pecado e imperfección. Lucha continua.