Himno meditado
Cristo, el Señor

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Cristo, el Señor, 
como la primavera, 
como una nueva aurora, 
resucitó. 

Cristo, nuestra Pascua, 
es nuestro rescate, 
nuestra salvación. 

Es grano en la tierra, 
muerto y florecido, 
tierno pan de amor. 

Se rompió el sepulcro, 
se movió la roca, 
y el fruto brotó. 

Dueño de la muerte, 
en el árbol grita. 
su resurrección. 

Humilde en la tierra, 
Señor de los cielos, 
su cielo nos dio. 

Ábranse de gozo 
las puertas del Hombre, 
que al hombre salvó. 

Gloria para siempre 
al Cordero humilde 
que nos redimió. 

Amén.



Reflexión:


. Para quien lo sabe amar, el mundo se quita su careta de infinito. Se hace tan pequeño como una canción, como un beso de lo eterno.

.Así me siento hoy: un ser afortunado al que Cristo da las gracias por haberme traído la salvación. Con frecuencia repiten mis labios: “Tú eres mi luz y mi salvación. ¿A quién temeré?” No temo a nadie porque con tu resurrección todo ha cobrado vida nueva.

. Y tan nueva que cada día la renuevo participando de tu Eucaristía, sacramento por excelencia en el que te como y me alimentas con dimensión eterna.

.Cuando hoy miro la cruz, doy un salto con mi corazón. No hay resurrección en mi vida diaria, si no acepto el dolor que me venga. Es una gran purificación unido a tu cruz cuyo fruto ha sido tu vida nueva resucitada. Nos has dado el cielo. Gracias, Señor.