Himno meditado
Yo he sentido, Señor, tu voz amante

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Yo he sentido, Señor, tu voz amante, 
en el misterio de las noches bellas, 
y en el suave temblor de las estrellas 
la armonía gocé de tu semblante. 

No me llegó tu acento amenazante 
entre el fragor de trueno y de centellas; 
al ánima llamaron tus querellas 
como el tenue vagido de un infante. 

¿Por qué no obedecí cuando te oía? 
¿Quién me hizo abandonar tu franca vía 
y hundirme en las tinieblas del vacío? 

Haz, mi dulce Señor, que en la serena 
noche vuelva a escuchar tu cantilena; 
¡ya no seré cobarde, Padre mío! 

Amén. 

Reflexión:


. La pena de amor canta en torno de mi vida, como un mar insondable; su alegría, como los pájaros en sus bosques floridos.

.Señor, como la amada siente pena de amor cuando su amado no le responde, así quiero, en este día, ser una amante tuyo que a cualquier hora estoy dispuesto para oír una y mil veces tu voz.

.¡Cómo resuena en la noche bella y embellecida de estrellas!

. Te he sentido en muchas voces amigas que me han traído el perfume de su amistad incalculable y bella.

. Te he sentido y te siento ante el mar, el cielo, la persona, el libro, Internet, la radio, la TV y la prensa. Y te he sentido al ver que deberían ser buenas.

. Te he sentido y te siento en el templo de mi cuerpo, en el que habitas, al que le das vida. Y éste, agradecido, te dice: Señor, haz que te sienta en cuanto haga, piensa y hable por este lindo mundo que lleva en sus entrañas, la huella de tu grandeza.