Himno meditado
Ven, Espíritu Divino

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Ven, Espíritu divino, 
manda tu luz desde el cielo. 
Padre amoroso del pobre; 
don, en tus dones espléndido; 
luz que penetra las almas; 
fuente del mayor consuelo. 

Ven, dulce huésped del alma, 
descanso de nuestro esfuerzo, 
tregua en el duro trabajo, 
brisa en las horas de fuego, 
gozo que enjuga las lágrimas 
y reconforta en los duelos. 

Entra hasta el fondo del alma, 
divina luz, y enriquécenos. 
Mira el vacío del hombre, 
si tú le faltas por dentro; 
mira el poder del pecado, 
cuando no envías tu aliento. 

Riega la tierra en sequía, 
sana el corazón enfermo, 
lava las manchas, infunde 
calor de vida en el hielo, 
doma el espíritu indómito, 
guía al que tuerce el sendero. 

Reparte tus siete dones, 
según la fe de tus siervos; 
por tu bondad y gracia, 
dale al esfuerzo su mérito; 
salva al que busca salvarse 
y danos tu gozo eterno. 

Amén.

Reflexión:


.Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.

.Así es nuestra vida cuando se vive en la molicie. Tenemos de todo, no nos falta nada. Bueno, me equivoco, nos falta lo fundamental: Tú.

. Nos pueden adornar el cuerpo de joyas de oro y plata, pero si no tenemos la santa libertad de los hijos de Dios, ¿para qué?

.Señor, para el alma creyente, los dones de tu Santo Espíritu son la clave para estar perfectamente adornados.

. Nos da la luz del cielo, nos regala con su brisa en las horas de bochorno, nos riega cuando estamos sudorosos para sentirnos frescos ante ti y ante los demás.

.Con estos siete dones, no hay quien se nos resista en belleza interior. No hacen falta operaciones de estética. Esa, nos la haces tú.