Himno meditado
Ve de la cruz pendiente

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Ve, de la cruz pendiente, 
la Madre dolorida 
al Rey de eterna vida 
que muere por mi amor; 
y el vaticinio triste 
de Simeón, cumplido, 
deja en su pecho herido 
la espada del dolor. 

Por el común delito 
la víctima se entrega, 
y hasta la muerte llega 
nuestro Dios y Señor, 
y cada dolor suyo 
acrece tus dolores, 
Reina ayer de las flores, 
hoy Reina del dolor. 

Al ver de un Dios la muerte 
y que su madre llora, 
tiembla la tierra toda, 
cual si fuera a estallar, 
y hasta el velo del templo 
se rasga dividido, 
¿y el pecho endurecido 
se negará a llorar? 

Alma que ves en trance 
tan duro e inclemente 
penar al Inocente, 
morir al mismo Dios, 
atiende de María 
el silencioso llanto 
y piensa si hay quebranto 
mayor que su dolor. 

Mi culpa es tu tormento, 
mi pecado tu herida, 
oh Madre dolorida: 
tu sufres, y es por mí. 
Haz que en mi alma se clave 
el despiadado acero 
que, insensible y fiero, 
hoy te traspasa a ti. 

Amén.




Reflexión:

. ¡Cómo pinta el deseo los colores del iris en las nieblas dela vida!

.María, hoy me acerco a ti con el corazón dolorido. Así me asemejo al tuyo y, dentro de él, sentir y experimentar cómo sufres y al mismo tiempo me purificas.

.Pinto en mi vida los colores que más me gustan. El color de la violeta, tan sencillo y bello como ella misma. Se esconde entre las demás flores en el jardín. Esta humildad me inclina a verla con mayor cariño y detención.

. Me gusta el color rojo, porque significa pasión, fuerza, entrega por completo cuando en el corazón sólo reina el amor gratuito.

. María, la gente de hoy no entiende que uno entregue su vida sin pedir nada a cambio. Una entrega completa con tres votos sagrados.

. La gente busca el interés, el dinero, el sexo, la riqueza y el poder. Y todo esto es poco evangélico.