Himno meditado
Tras el temor opaco de las lágrimas

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Tras el temor opaco de las lágrimas,
no estoy yo solo.
Tras el profundo velo de mi sangre,
no estoy yo solo.

Tras la primera música del día,
no estoy yo solo.
Tras la postrera luz de las montañas,
no estoy yo solo.

Tras el estéril gozo de las horas,
no estoy yo solo.
Tras el augurio helado del espejo,
no estoy yo solo.

No estoy yo solo; me acompaña, en vela,
la pura eternidad de cuanto amo.
Vivimos junto a Dios eternamente.


Reflexión:

.El perrito faldero sospecha que todo el universo conspira para cogerle el sitio.

. Esta imagen indica , en el fondo, que se siente tan bien tratado y acogido en casa, que no le falta nada. Y por eso piensa que puede perder el sitio. Miedo e intranquilidad en los mismos animales.

. Sin embargo, Señor amigo, nunca me siento solo estando contigo.

. Si estoy en los aires, como la alondra que sube y sube, en ella te encuentro a ti. La acompaño en su raudo vuelo y anhelo ir a su lado para, los juntos, estar contigo, y no slos.

.Quiero tantas cosas para estar contigo día y noche formando parte de tu ser íntimo. Nunca así, Señor me siento solo.

.Quiero ser el agua que corra dichosa por los mares, fuentes y ríos hasta llegar a estar contigo, siempre, Señor contigo, nunca solo.