Himno meditado
Te diré mi amor, Rey mío

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Te diré mi amor, Rey mío,
en la quietud de la tarde,
cuando se cierran los ojos
y los corazones se abren.

Te diré mi amor, Rey mío,
con una mirada suave,
te lo diré contemplando
tu cuerpo que en pajas yace.

Te diré mi amor, Rey mío,
adorándote en la carne,
te lo diré con mis besos,
quizá con gotas de sangre.

Te diré mi amor, Rey mío,
con los hombres y los ángeles,
con el aliento del cielo
que espiran los animales.

Te diré mi amor, Rey mío,
con el amor de tu Madre,
con los labios de tu Esposa
y con la fe de tus mártires.

Te diré mi amor, Rey mío,
¡oh Dios del amor más grande!
¡Bendito en la Trinidad,
que has venido a nuestro valle! 

Amén.

Reflexión:


. La telaraña parece que coge gotas de rocío, y coge moscas.

.Señor, como el rocío alimenta las hojas durante la noche como si les diera un beso, así mi vida al despertarme, te lanza un beso cariñoso en la quietud de la tarde.

.Cuando mis ojos se cerraron anoche, mi corazón te besaba con todo el amor que aletea en él por tu presencia.

.En este abrazo y besos sentidos me uno a la misma Virgen María, a los mártires, a tus hijos predilectos, a los amigos y amigas que, en lugares distintos del mundo, también están unidos a los míos o yo al de ellos.

.Haz que sea rocío para hacer el bien de tu Evangelio suave, finamente, y siempre, Señor, perfumado con tu Amor en mi amor.