Himno meditado
Señor, tú eres santo: yo adoro, yo creo 

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Señor, tú eres santo: yo adoro, yo creo; 
Tu cielo es un libro de páginas bellas, 
Do en luces tranquilas mi símbolo leo, 
Que escribe tu mano con signos de estrellas. 

En vano con sombras el caos se cierra: 
tú miras al caos, la luz nace entonces; 
tú mides las aguas que ciñen la tierra, 
tú mides los siglos que muerden los bronces. 

El mar a la tierra pregunta tu nombre, 
la tierra a las aves que tienden su vuelo; 
las aves lo ignoran; preguntan al hombre, 
y el hombre lo ignora; pregúntenlo al cielo. 

EI mar con sus ecos ha siglos que ensaya 
formar ese nombre, y el mar no penetra 
misterios tan hondos, muriendo en la playa, 
sin que oigan los siglos o sílaba o letra. 

Señor, tú eres santo: yo te amo, yo espero; 
tus dulces bondades cautivan el alma; 
mi pecho gastaron con diente de acero 
los gustos del mundo, vacíos de calma. 

Concede a mis penas la luz de bonanza, 
la paz a mis noches, la paz a mis días; 
tu amor a mi pecho, tu fe y tu esperanza, 
que es bálsamo puro que al ánima envías. 

Amén. 

Reflexión:

. La raíz escondida no pide premio alguno por llenar de frutos las ramas.

.Señor, mi vida es como esa raíz, o al menos así quiero que sea. ¿Qué sentido tiene mi existencia si no da frutos para los demás? Ninguna. Me urge tu Evangelio, su anuncio y su vivencia.

.Soy una pequeña raíz en comparación contigo, pero desde mi humildad, te adoro y creo en ti porque todo adquiere sentido en tu presencia.

. Cada día abro mis ojos a tu inmenso cielo. Es para mí un gran libro abierto. Y en él escribo las páginas de mi amor por todos los seres a quienes quiero, empezando por ti.

.A veces me gustaría que estos seres inanimados supieran tu nombre. Pero son tan sencillos que solamente se contentan con dar fruto.¡Bella lección de amor! No pronuncian tu nombre, mas lo hacen con su trabajo y su obediencia a tu obra creadora.