Himno meditado

Autor del cielo y del suelo

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Autor del cielo y el suelo,
que, por dejarlas más claras,
las grandes aguas separas,
pones un límite al hielo.
Tú que das cauce al riachuelo
y alzas la nube a la altura,
tú que en cristal de frescura
sueltas las aguas del río
sobre las tierras de estío,
sanando su quemadura,

danos tu gracia, piadoso,
para que el viejo pecado
no lleve al hombre engañado
a sucumbir a su acoso.
Hazle en la fe luminoso,
alegre en la austeridad,
y hágale tu claridad
salir de sus vanidades;
dale, Verdad de verdades,
el amor a tu verdad. 

Amén.

Reflexión:

. Señor, al leer este himno, me quedo prendado de ti. Sé que el Maligno me acosa para apartarme de ti. Vana idea de quien busca con todas sus fuerzas que los creyentes se alejen de tu amor.

. Con la fe luminosa con que enriqueces mi vida, te doy las gracias porque me haces caminar por las sendas de tu claridad fascinante.

. Intento en mi vida, que bien conoces, vivir alegre en la austeridad de mi vida. Porque ésta no consiste en vivir envuelto entre vanidades que a nada conducen. Vanidad de vanidades y todo vanidad.

. Esta parece ser la regla de oro que regula la vida de mucha gente, desorientada ante los valores auténticos.

.Lo que importa para mi vida es apegarme a la verdad. Esta es la que me hace libre. Líbrame, Señor, del Maligno cuando me falten las fuerzas.