Himno meditado
Reina y Madre, Virgen pura

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Reina y Madre, Virgen pura,
que sol y cielo pisáis,
a vos sola no alcanzó
la triste herencia de Adán.

¿Cómo en vos, Reina de todos,
si llena de gracia estáis,
puede caber igual parte
de la culpa original?

De toda mancha estáis libre:
¿Y quién pudo imaginar
que vino a faltar la gracia
en donde la gracia está?

Si los hijos de sus padres
toman el fuero en que están,
¿cómo pudo ser cautiva
quien dio a luz la libertad? 

De Adán el primer pecado
no vino en vos a caer;
que quiso preservaros
limpia como para él.

De vos el Verbo encarnado
recibió el humano ser,
y quiere toda pureza
quien todo puro es también.

Si es Dios autor de las leyes
que rigen la humana grey,
para engendrar a su Madre
¿no pudo cambiar la ley?

Decir que pudo y no quiso
parece cosa cruel,
y, si es todopoderoso,
¿con vos no lo habrá de ser?

Que honrar al hijo en la madre
derecho de todos es,
y ese derecho tan justo,
¿Dios no lo debe tener?

Porque es justo, porque os ama,
porque vais su madre a ser,
os hizo Dios tan purísima
como Dios merece y es. 

Amén


Reflexión:


.Lo Único parece informe en la oscuridad, multiforme en la luz.

.Señor, cuando apareces en la tierra del seno puro de la Virgen María, adquieres un aire multiforme por la luz con que resplandecen todas tus cualidades humanas y divinas.

.Gracias, Padre, porque libraste a la madre de tu Hijo del pecado de Adán. ¡Qué atento y delicado has sido preservándola del pecado original! Te alabo y te bendigo de todo corazón.

. Y bendigo a la Virgen, libre de toda mancha. Dio luz a la misma libertad para que nosotros, actuando con la misma libertad, nos encaminemos por las sendas que ella nos ha enseñado.

.Al mismo tiempo que quiero y honro a tu Hijo, también Madre, te honro a ti con el calor de mi alma y pensamientos que tienen en ti su fundamento.