Himno meditado
Reina del libro de la vieja alianza

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Reina del libro de la vieja alianza: 
tu nombre es el versículo primero 
de consuelo, promesa y esperanza. 

Doncella que en tu vientre a Dios tendrías: 
se estremece de júbilo tu nombre 
en los labios quemados de Isaías. 

Reina del libro nuevo de la vida: 
reinas desde el silencio en cada página 
oh reina silenciosa y escondida, 

y es tu presencia la del tallo leve 
que, al reventar el lirio, se recata 
debajo de los pétalos de nieve. 

Reina del claro mes de los renuevos, 
de la infancia del mundo y de la tierra 
y de la luz y de los nidos nuevos, 

y Reina nuestra; Reina de las manos, 
con sangre y con estrellas, de tu Hijo, 
con flores y dolor, de sus hermanos. 

Los ángeles te aclaman soberana, 
pero mil veces más eres, Señora, 
sangre y dolor de nuestra raza humana. 

Amén. 


Reflexión:

.Este anhelo mío es para ti, que te siento en lo oscuro; no para ti, que te veo en el sol.

.María, hoy vienes a mí con el título de Reina. Tan bella te veo que me quedo extasiado ante tu presencia llena de fulgor. Te contemplo rodeada de ángeles y de todos los bienaventurados.

.Pero también, Reina de mi corazón, noto que rodeas mi alma, vida entera pórqueme aportas toda la delicadeza y buen trato que intento que reine en mi vida.
. Te canto con mis súplicas de gratitud. Esta palabra abarca todos los detalles que tienes conmigo. Mi devoción es tal que, en cada momento, repito algunas palabras de tus letanías que, con frases breves, te ensalzan.

.Eres mi Reina celeste y desde tu reino celestial, reinas y gobiernas a los seres humanos desde tu maternidad. Gracias, María Reina, ¡qué bella y linda eres conmigo y con todos!