Himno meditado
«¿Quién será este niño?», decía la gente 

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

«¿Quién será este niño?», decía la gente 
al ver a su padre mudo de estupor. 
«¿Si será un profeta?, ¿si será un vidente?» 
¡De una madre estéril nace el Precursor! 

Antes de nacer, sintió su llegada, 
al fuego del niño lo cantó Isabel, 
y llamó a la Virgen: «Bienaventurada», 
porque ella era el arca donde estaba él. 

El ya tan antiguo y nuevo Testamento 
en él se soldaron como en piedra imán; 
muchos se alegraron de su nacimiento: 
fue ese mensajero que se llamó Juan. 

Lo envió el Altísimo para abrir las vías 
del que trae al mundo toda redención: 
como el gran profeta, como el mismo Elías, 
a la faz del Hijo de su corazón. 

El no era la luz: vino a ser testigo 
de la que ya habita claridad sin fin; 
él no era el Señor: vino a ser su amigo, 
su siervo, su apóstol y su paladín. 

Cántanle los siglos, como Zacarías: 
«Y tú serás, niño, quien marche ante él; 
eres el heraldo que anuncia al Mesías, 
eres la esperanza del nuevo Israel.» 

El mundo se llena de gran regocijo, 
Juan es el preludio de la salvación; 
alabanza al Padre que nos dio tal Hijo, 
la gloria al Espíritu que fraguó la acción. 

Amén. 



Reflexión:


.Tu voz, amigo, yerra en mi corazón, como el son apagado del mar entre estos pinos que escuchan.

.La voz, Señor, de Juan llega esta mañana a mis oídos con un nuevo acento. La gente se extrañaba de ver a este niño con su atuendo de pobre, pero veían en él algo especial.

.Algo tan especial que, tras tatos siglos, sigue vivo en la historia. La Iglesia lo recuerda en su festividad de tal forma que su fiesta es el día en que nace y no el que muere como ocurre en los demás santos y profetas.

.Viene a mí para alentarme en mi trabajo de anunciar al Señor. Haz, Juan, que dentro de mi pobreza y austeridad y mi corazón unido a Dios, proclame la conversión continua de la gente y la mía propia a Dios.

. Sí, ven a mí para que mi actitud no sean mis puntos personales de vista, sino los de Dios. Gracias.