Himno meditado
¿Que tengo yo que mi amistad procura?

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? 
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío, 
que a mi puerta, cubierto de rocío, 
pasas las noches del invierno a oscuras? 

¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras, 
pues no te abrí!; ¡qué extraño desvarío, 
si de mi ingratitud el hielo frío 
secó las llagas de tus plantas puras! 

Cuantas veces el ángel me decía: 
"Alma, asómate ahora a la ventana, 
verás con cuanto amor llamar porfía"! 

¡Y cuántas, hermosura soberana: 
"Mañana le abriremos", respondía, 
para lo mismo responder mañana! 


Reflexión:


.Da gracias a la llama por su luz, mas no te olvides de la lámpara paciente, siempre en pie en la sombra.

.Señor, me siento tan feliz esta mañana al meditar este himno que, realmente, no sé por qué procuras mi amistad. Sí, lo comprendo porque eres mi amigo divino.

. ¿Puede uno imaginarse la dicha de ser amigo tuyo? Es algo incomprensible para la razón, no así para el corazón que te ama en unión con otras personas unidas a mí.

.Señor, perdona que, a veces, cuando me llamas a tu puerta, no te respondo como debiera hacerlo. Es mi debilidad. Vivo en un mundo encarnado. Y hay momentos en que me ciego y pierdo la sintonía contigo.

. Lo reconozco, Señor. Haz que siempre esté conectado contigo para percibir tu hermosura en mi propia existencia.