Himno meditado
Que la lengua humanaFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Que la lengua humana
cante este misterio:
la preciosa sangre
y el precioso cuerpo.
Quien nació de Virgen
Rey del universo,
por salvar al mundo,
dio su sangre en precio.
Se entregó a nosotros,
se nos dio naciendo
de una casta Virgen;
y, acabado el tiempo,
tras haber sembrado
la palabra al pueblo,
coronó su obra
con prodigio excelso.
Fue en la última cena
-ágape fraterno-,
tras comer la Pascua
según mandamiento,
con sus propias manos
repartió su cuerpo,
lo entregó a los Doce
para su alimento.
La palabra es carne
y hace carne y cuerpo
con palabra suya
lo que fue pan nuestro.
Hace sangre el vino,
y, aunque no entendemos,
basta fe, si existe
corazón sincero.
Adorad postrados
este Sacramento.
Cesa el viejo rito;
se establece el nuevo.
Dudan los sentidos
y el entendimiento:
que la fe no supla
con asentimiento.
Reflexión:
.El huracán busca atajo por donde no hay camino, y, de pronto, sale a la nada.
.Señor, de nuevo esta mañana me encuentro contigo. Y mi primer sentimiento es darte las gracias por haber cambiado el vino en tu Sangre, el pan en tu Cuerpo para nuestro alimento espiritual y con miras a lo eterno.
.Quiero, ante este sacramento, ser una persona tan unida a ti, que siembre tu Palabra por todos los rincones del mundo. Mi misión es echar semillas tuyas a quienes me rodean.
.Tu última Cena resuena en mi vida tan fuerte que cada día en ella participo para sentirme más comprometido contigo y con el mundo.