Himno meditado
Que hoy bajo Dios a la tierra

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Que hoy bajó Dios a la tierra 
es cierto; pero más cierto 
es que, bajando a María, 
bajó Dios a mejor cielo. 

Conveniencia fue de todos 
este divino misterio, 
pues el hombre, de fortuna, 
y Dios mejoró de asiento. 

Su sangre le dio Maria 
a logro, porque a su tiempo 
la que recibe encarnando 
restituya redimiendo. 

Un arcángel a pedir 
bajó su consentimiento, 
guardándole, en ser rogada, 
de reina sus privilegios. 

¡Oh grandeza de María, 
que cuanto usa el Padre eterno 
de dominio con su Hijo, 
use con ella de ruego! 

A estrecha cárcel reduce 
de su grandeza lo inmenso 
y en breve morada cabe 
quien sólo cabe en sí mismo. 

Amén. 


Reflexión:


.No temáis nunca al instante, dice la voz de lo eterno.


.María Virgen, fue en aquel instante en que el ángel te visitó, en el que brilló la voz de lo eterno. Ni soñabas siquiera de que alguien del cielo llegara para anunciarte que serías la humilde madre del Señor.

.Tu consentimiento al sí divino, abrió una etapa nueva en la historia. Desde entonces todo es nuevo en la tierra. Esta se ha sentido bendecida con su hija más privilegiada.

.Ser Virgen y ser Madre del Sol que viene al mundo no sólo a redimirlo, sino a darle su santa gracia. Estás cargada de privilegios con vistas a que iba a ser tu seno la morada de lo divino.

.Haz, María, que al igual que tú dijiste sí con tu consentimiento, así yo mismo dé mi sí a Dios para llevar una vida digna y pletórica de la fe en el Señor.