Himno meditado
Pedro, roca; Pablo, espadaFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Pedro, roca; Pablo, espada.
Pedro, la red en las manos;
Pablo, tajante palabra.
Pedro, llaves; Pablo, andanzas.
Y un trotar por los caminos
con cansancio en las pisadas.
Cristo tras los dos andaba:
a uno lo tumbó en Damasco,
y al otro lo hirió con lágrimas.
Roma se vistió de gracia:
crucificada la roca,
y la espada muerta a espada.
Amén.
Reflexión:
.La riqueza de la vida está en los títulos del mundo; su valer, en los del amor.
.Los títulos que les da el himno a Pedro y Pablo se encaminan por la segunda parte de esta frase introductoria.
. Es el amor el que mueve el mundo. A ellos les movió en su tiempo de tal manera que tenían tiempo para viajar, escribir, orar y anunciar con valentía el mensaje de la salvación a todo el mundo.
. El gran peligro de hoy es cómo emplear el tiempo. Hay gente que, aún estando jubilada del trabajo, está en actitud de hacer el bien desde sus cualidades. Hay muchos y muchas que en la iglesia parroquial, o en despachos eclesiales trabajan a fondo perdido en materias de su especialidad.
. El Evangelio los acoge con amor.