Himno meditado
Pastor, que con tus silbos amorosos

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Pastor, que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño,
tú me hiciste cayado de este leño
en que tiendes los brazos poderosos.

Vuelve los ojos a mi fe piadosos,
pues te confieso por mi amor y dueño,
y la palabra de seguir empeño
tus dulces silbos y tus pies hermosos.

Oye, Pastor, que por amores mueres,
no te espante el rigor de mis pecados,
pues tan amigo de rendidos eres,
espera, pues, y escucha mis cuidados.
Pero ¿Cómo te digo que me esperes,
si estás, para esperar, los pies clavados? 

Amén.


Reflexión:

.Mi corazón abre sus olas en la orilla del mundo y le deja puesto con lágrimas: Te amo.

. Señor, escuchando tus palabras en este himno, sigo fielmente tus silbos amorosos porque le llevan a ti directamente, sin detenerme en otras cosas aunque me llamen la atención de forma atractiva.

. Al contemplar la naturaleza y las personas que recuerdo en mis oraciones y en mi recuerdo, les dejo lo mejor que tú me has dado: Te amo.

.Te pido que vuelvas tus ojos a mi persona en estos momentos de oración sentida. Sé que me amas tal y como soy. No solamente miras mis faltas y debilidades, sino sobre todo el bien que hago.

. Hay gente tan pesimista que se hunde entre las sábanas para estar solos, para que nadie les moleste ni les diga nada de cuanto hacen.

. Yo, sin embargo, me dirijo a ti con toda la confianza que me da el hecho de ser consciente de que me amas en todo instante de mi vida, ajetreada unas veces, y otras, en paz y suavidad serena.