Himno meditado
Ojos muertos que miráisFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Ojos muertos que miráis
con mirar indescriptible,
y con fuerza irresistible,
atraéis y cautiváis,
¿porqué, si muertos estáis,
tenéis tan viva expresión
que así turbáis mi razón
trocando vuestras miradas
en dos punzantes espadas
que parten el corazón?
Al veros, ojos piadosos,
todo mi ser se conmueve.
¿Quién a miraros se atreve
sin llorar, ojos llorosos?
Me cautiváis amorosos,
me reprendéis justicieros,
inspiráis dolor y calma,
sois tiernos y sois severos,
y las borrascas del alma
enfrenáis sólo con veros.
¡Ah! Permitid ojos píos,
ojos que sois el encanto
del cielo, que con mi llanto
borre mis locos desvíos;
bebí en cenagosos ríos
aguas de ponzoñas llenas
que al infiltrarse en mis venas,
causaron fiebres ardientes.
¡Cómo olvidé que erais fuentes
de aguas dulces y serenas!
Amén
Reflexión:
.Tú no ves lo que eres, sino su sombra.
.Señor, en esta hora, al leer y meditar este himno, estoy haciendo oración por mis seres difuntos que ya gozan de tu presencia.
. Hay mucha gente que reza por sus seres queridos, que ya han dado el “paso” de esta vida a la existencia nueva en el paraíso.
.Son muertos para nuestros ojos materiales, mas los ojos de la fe se mantienen despiertos porque sé que están vivos, y desde su mansión divina, me quieren y oran por mí.
. Hay gente que se contenta con llevarles flores al cementerio o, modernamente, incinerados, arrojan sus cenizas al campo, al río o al mar.
. Me conmuevo ante ellos. Y cada día, sea en la misa o en mi oración particular o comunitaria, los tengo presentes, ya que son un encanto en el cielo.