Himno meditado
No; yo no dejo la tierra

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

No; yo no dejo la tierra.
No; yo no olvido a los hombres.
Aquí, yo he dejado la guerra;
arriba, están vuestros nombres".

¿Qué hacéis mirando al cielo,
varones, sin alegría?
Lo que ahora parece un vuelo
ya es vuelta y es cercanía.

El gozo es mi testigo.
La paz, mi presencia viva,
que, al irme, se va conmigo
la cautividad cautiva.

El cielo ha comenzado.
Vosotros sois mi cosecha,
El padre ya os ha sentado
conmigo, a su derecha.

Partid frente a la aurora.
Salvad a todo el que crea.
Vosotros marcáis mi hora.
Comienza vuestra tarea.


Reflexión:

.El amor es la vida llena; igual que una copa de vino.

.Señor, a base de entregar mi vida por el bien de tu Reino en esta tierra, hay momentos en que me cuesta dejarla. Tanto se apega uno a ella que no sueña en la futura y verdadera.

.Y mientras estamos aquí, nos recomiendas que nos “mojemos” o comprometamos plenamente en tu servicio para cambiarla según tus designios.

. Nos quieres como testigos de tu Evangelio en esta mundo que se nos apega tanto que preferimos vivir en él porque no sabemos el encanto de la otra vida.

.Debo ser testigo, mientras esté en esta tierra, de tu paz vivida bajo la mirada tierna de tu presencia. Por eso he de lanzarme día tras día a no quedarme parado en esta misión que me encomiendas.