Himno meditado
No lloréis mis ojos

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

No lloréis, mis ojos, 
Niño Dios, callad; 
que si llora el cielo, 
¿quién podrá cantar? 

Vuestra Madre hermosa, 
que cantando está, 
llorará también, 
si ve que lloráis. 

O es fuego o es frío 
la causa que os dan: 
si es amor, mis ojos, 
muy pequeño amáis. 

Enjugad las perlas, 
nácar celestial; 
que si llora el cielo, 
¿quién podrá cantar? 

Los ángeles bellos 
cantan que les dais 
a los cielos gloria 
y a la tierra paz. 

De aquestas montañas 
descendiendo van 
pastores, cantando 
por daros solaz. 

Niño de mis ojos, 
ea, no haya más; 
que si llora el cielo, 
¿quién podrá cantar? 
Amén




Reflexión:


.Mundo: guárdame en tu silencio, cuando yo me haya muerto, esta palabra: Amén.

.Te pido, mundo maravilloso creado por Dios, que esta noche me guardes en tu silencio para cantar a la Virgen en su llanto y en el momento en que nace su Hijo.

. En esta noche llora el cielo de alegría y siente el gozo interno de participar con ella y el Hijo en este parto sin igual.

.Esta noche, unido a ella, quiero poner paz en mi casa, paz en mis vecinos, paz en los corazones turbados, paz en el alma no limpia.

. Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Niño de mis ojos: estoy centrado en ti, en tu gloria y también en lo que te aguarda en el futuro que, aún conociéndolo bien, te pones en manos del Padre para hacer su voluntad.