Himno meditado
Niño, que por darme vidaFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Niño, que por darme vida
te pusiste mi vestido,
bien que te viene nacido,
mas no es hecho a tu medida.
Aunque eres, si bien se apura,
tan grande como tu Padre,
hoy te da señora Madre
un vestido de criatura.
Traérosle toda la vida,
sin mudar otro vestido,
mas andarás encogido,
por ser hecho a mi medida.
No te vendrá nada holgado;
que, aunque paño baladí,
primero que dé de sí
le tendrás todo rasgado.
Y aun te costará la vida
el habértele vestido,
porque te traerá molido
el ser hecho a mi medida.
Al Mesías tributad,
que nos trajo salvación,
honor, gloria y bendición
por toda la eternidad.
Amén.
Reflexión:
.La noche viene, y estoy solo en el mundo de los caminos. ¡Ábreme, mundo del hogar!
.Señor, cuando medito este himno, me siento reconfortado. Por fin- me pongo en el pensamiento de muchos miles de años- y noto que la humanidad te esperaba como Mesías salvador.
.Vienes a traernos el mejor de los hogares: una tierra nueva y un cielo nuevo como real deseo de este hogar que tenemos aquí, de paso, hacia el tuyo celestial.
.Nos traes a nuestro hogar, el del corazón, que ya te alberga con ilusiones y aspiraciones con dimensiones sobrenaturales. No podíamos ni siquiera soñar en esta realidad que nos aportas.
.Señor, ábreme el mundo de tu hogar y haz que recorra bien todos los caminos.
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