Himno meditado
Mis ojos, mis pobres ojos

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Mis ojos, mis pobres ojos
que acaban de despertar
los hiciste para ver,
no sólo para llorar.

Haz que sepa adivinar
entre las sombras la luz,
que nunca me ciegue el mal
ni olvide que existes tú.

Que, cuando llegue el dolor,
que yo sé que llegará,
no se me enturbie el amor,
ni se me nuble la paz.

Sostén ahora mi fe,
pues, cuando llegue a tu hogar,
con mis ojos te veré
y mi llanto cesará. 

Amén.

Reflexión:

.¡Qué anhelo, corazón, de lamer con las ondas de tus canciones este mundo verde del día de sol!

.Cuando escucho tus canciones religiosas, me elevo hacia ti. Su ritmo, su melodía y su ambiente a solas o en coro me conducen a mi propia interioridad.

. Mi corazón percibe las ondas del mundo verde que aparece en mí, un verde de esperanza que me ilusiona siempre para andar mis caminos con la lámpara de la esperanza, viva en mi ser y en cuantos me rodean.

.Haz, Señor, que mi mirada no se ciegue ante tentaciones fáciles, sino que, guiada por ti en todo situación, luche ardientemente para estar a tu lado, como el mejor amigo de mi alma.

.Noto que cuando te olvido, mi ser va a la deriva; no tiene rumbo, se siente perdida, deprimida y de mal humor. Y la razón no es otra que la de sentirme alejado de ti. Dame luz abundante para que anegue de luminosidad, la que procede de ti, solamente de ti.