Himno meditado

Alfarero del hombre, mano trabajadora

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Alfarero del hombre, mano trabajadora
que, de los hondos limos iniciales,
convocas a los pájaros a la primera aurora,
al pasto, los primeros animales.

De mañana te busco, hecho de luz concreta,
de espacio puro y tierra amanecida.
De mañana te encuentro, Vigor, Origen, Meta
de los sonoros ríos de la vida.

El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;
tus manos son recientes en la rosa;
se espesa la abundancia del mundo a mediodía,
y estás de corazón en cada cosa.

No hay brisa, si no alientas, monte, si no estás dentro,
ni soledad en que no te hagas fuerte.
Todo es presencia y gracia. Vivir es este encuentro:
tú, por la luz, el hombre, por la muerte.

¡Que se acabe el pecado! ¡Mira, que es desdecirte
dejar tanta hermosura en tanta guerra!
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte
de haberle dado un día las llaves de la tierra. 

Amén


Reflexión:

. Las palmeras que bordean en fila el lago están cabeceando contra el cielo radiante de la mañana.

. Señor, he visto en mi vida el trabajo de los alfareros. Miman el material con el que trabajan. Convocan su imaginación creativa para que la pieza que labran, sea una obra de arte.

.Tú me convocas esta mañana para que, desde mis pequeñas acciones, contribuya a realizar el prodigio que me rodea: los pájaros que me han despertado, los animales que pacen en los prados...En todos sitios te encuentro, Señor, como Origen, Meta y Alegría del universo.

.Todo es melodía cantarina en los ríos, en la brisa marinera...porque en cada cosa está el sello de tu presencia y tu corazón.

. Y ante toda esta corriente de vida que sigue el curso de la naturaleza, siento que debo reflejar la belleza de la virtud y el desapego total del pecado, fealdad de tu obra creadora.