Himno meditado
Gracias, Señor, por la auroraFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Gracias, Señor, por la aurora;
gracias, por el nuevo día;
gracias, por la Eucaristía;
gracias, por nuestra Señora:
Y gracias, por cada hora
de nuestro andar peregrino.
Gracias, por el don divino
de tu paz y de tu amor,
la alegría y el dolor,
al compartir tu camino.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Reflexión:
.Es fácil hablar claro cuando no va a decirse la verdad.
.Señor, a veces me encuentro con gente que miente para quedar bien. No les importa nada con tal de conseguir sus fines. Una señal clara de inmadurez humana, afectiva y de equilibrio personal.
.Al encontrarme con este himno, me doy cuenta de que soy un peregrino que sabe lo que quiere y a dónde va. Voy a tu encuentro y te llevo como compañero de viaje por rutas de mar, mares o por el cielo.
. En todas partes te encuentro nuevo, elegante, joven y adornado con el sello de tu alegría.
. En las peregrinaciones, además de la santificación personal y comunitaria, hay también penas y dolores. Las asumo todas juntas y te las presento en los altares que encuentro por mi camino.
.Comparto contigo todo, absolutamente todo, Peregrino de los peregrinos.