Himno meditado
Gracias Señor por el díaFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Gracias, Señor, por el día,
por tu mensaje de amor
que nos das en cada flor;
por esta luz de alegría,
te doy las gracias, Señor.
Gracias, Señor, por la espina
que encontraré en el sendero,
donde marcho pregonero
de tu esperanza divina;
gracias, por ser compañero.
Gracias, Señor, porque dejas
que abrase tu amor mi ser,
porque haces aparecer
tus flores a mis abejas,
tan sedientas de beber.
Gracias por este camino,
donde caigo y me levanto,
donde te entrego mi canto
mientras marcho peregrino,
Señor, a tu monte santo.
Gracias, Señor, por la luz
que ilumina mi existir;
por este dulce dormir
que me devuelve a tu cruz.
¡Gracias, Señor, por vivir!
Amén.
Reflexión:
.La abeja chupa su miel a la flor y se va zumbando: Gracias. La mariposa mágica sabe bien que la flor le debe gracias a ella.
.Señor, la naturaleza me da ejemplo vivo de lo que es mi vida: cada uno ha recibido de ti una misión concreta para engrandecer este mundo mientras se viva en él.
.Cada flor, cada abeja, cada mariposa son mensajes naturales que me hablan de ti en medio de esta vasto universo.
.Sé que tras la bella apariencia de la flor, engalanada como novia ante su novio, así es mi vida. He de saber gustar de las dulces delicias del instante sin pensar en el futuro. Un instante plasmado en la rosa, clavel magnolia o lirio...Todas son criaturas tuyas. Hay espinas, cierto. Son los pequeños o grandes sufrimientos que nos aguardan tras la delicia. Todo, Señor, lo acepto como venido de tus manos bondadosas.
.Señor, quisiera que me abrasaras con el fuego de tu amor, para que siempre sienta el placer de la vida, su encanto y su atractivo, siempre, siempre, siempre en tu presencia y unido a ti. Gracias.