Himno meditado
Estaba al alba, MariaFuente: Liturgia de las horas
Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB
Estaba al alba María,
llamándole con sus lágrimas.
Vino la gloria del Padre
y amaneció el primer día.
Envuelto en la blanca túnica
de su propia luz divina
- la sábana de la muerte
dejada en tumba vacía -,
Jesús, alzado, reinaba;
pero ella no lo veía.
Estaba al alba María,
la fiel esposa que aguarda.
Mueva el Espíritu al aura
en el jardín de la vida.
Las flores huelan la Pascua
de la carne sin mancilla,
y quede quieta la esposa
sin preguntas ni fatiga.
¡Ya está delante el esposo,
venido de la colina!
Estaba al alba María,
porque era la enamorada.
Amén.
Reflexión:
.Gritos de niños son los montes, que levantan sus brazos porque quieren estrellas.
.Los montes se levantaban y, ante este espectáculo, la gente se estremecía de espanto. Y en el fondo sólo hacían, como los niños inocentes que gritan, la gloria del resucitado.
. Era en la madrugada. Todo era lindo en la naturaleza. Y ante tanta belleza, Cristo al cielo subía con su vida nueva sin que su madre lo supiera. Ella lloraba de gozo y de pena porque no lo veía pero sabía que, según le había dicho, al tercer día nueva vida cobraría.
.Con blanca túnica y, dejando la tumba vacía, nunca vio la tierra tan celeste figura. Todas lasa flores a su paso, se abrían para unirse al fenómeno más extraño que nunca había visto, y le ofrecían su perfume en tan celeste subida.
.María, ahora ya gozas de la misma gloria de tu Hijo e incluso a tu morada santa te llevó asunta. ¡Qué suerte la tuya! Gracias, te lo mereces, rosa bendita.