Himno meditado
En la cena del cordero

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

En la Cena del Cordero
y habiendo ya cenado,
acabada la figura,
comenzó lo figurado.

Por mostrar Dios a los suyos
cómo está de amor llagado,
todas las mercedes juntas
en una las ha cifrado.

Pan y vino material
en sus manos ha tomado
y, en lugar de pan y vino,
cuerpo y sangre les ha dado.

Si un bocado nos dio muerte,
la vida se da en bocado;
si el pecado dio el veneno,
el remedio Dios lo ha dado.

Haga fiesta el cielo y tierra
y alégrese lo criado,
pues, Dios no cabiendo en ello,
en mi alma se ha encerrado. 

Amén

Reflexión:


.Tu voz, amigo, yerra en mi corazón, como el son apagado del mar entre estos pinos que escuchan.

.Amigo, no sé si llamarte así. Llevas todo el día hablándome sin convicción personal; no me has dicho ni una palabra de aliento. He querido escucharte como la frescura de los pinares junto al mar. Pero no oyes nada. ¡Qué pena!

.Y yo te he hablado del don de la Eucaristía, alimento que sacia hasta la vida eterna. Pero tú, tan vacío como siempre, intentas saciar tu sed y tu apetito con lo material. Para ti no hay mundo trascendente.

. Y lo siento de veras. Porque con el bocado de Dios, tomo su cuerpo y su sangre. ¿Habrá mayor dicha?

. Tú sigues en la etapa del primer bocado que trajo la muerte o la separación del primer hombre de Dios. Y así te va. Pero, amigo, ten por seguro que te quiero aunque seas así.