Cántico

Plan Divino de Salvación, Ef. 1,3-10

Fuente: Liturgia de las horas

 

Bendito sea Dios,

Padre de Nuestro Señor Jesucristo,

que nos a bendecido en la persona de Cristo

con toda clase de bienes espirituales y celestiales.

 

Él  nos eligió en la persona de Cristo,

antes de crear el mundo,

para que fuésemos consagrados

e irreprochables ante él por el amor.

 

Él nos a destinado en la persona de Cristo,

 por pura iniciativa suya,

a ser sus hijos,

para que la gloria de su gracia,

que tan generosamente nos a concedido

en su querido Hijo,

redunde en alabanza suya.

 

Por este Hijo, por su sangre,

hemos recibido la redención,

el perdón de los pecados.

El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia

ha sido un derroche para con nosotros,

dándonos a conocer el misterio de su voluntad.

 

Este es el plan

que había proyectado realizar por Cristo

cuando llegase el momento culminante:

hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,

las del cielo y las de la tierra.

 

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.